25 mayo 2006

Ladran, luego caminamos o Demándeme señor Rajoy


Quiero hacer una confesión: yo votaré SÍ A L'ESTATUT.

Tengo muchos motivos para hacerlo, casi tantos como artículos tiene el texto aprobado por las Cortes Generales (debo confesar que, lógicamente, algunos no me gustan y otros me la traen al pairo), pero, también tengo muchísimos para no votar lo contrario.
Voy a votar que sí porque quiero un Estatut más moderno, más adaptado a los nuevos tiempos.
Voy a votar que sí porque quiero un marco legal que tenga en cuenta la nueva realidad de la familia, de las nuevas formas de familia.
Voy a votar que sí porque quiero un Estatut que recoja los derechos de las mujeres, de los menores, de nuestros mayores. Un Estatut que crea en la dignidad a la hora de morir.
Voy a votar que sí porque quiero una justicia más cercana a la realidad de Catalunya.
Voy a votar que sí porque quiero para mis hijos una escuela laica.
Voy a votar que sí porque quiero una mejor financiación.
No voy a votar que no porque ya no quiero el Estatut de 1979.
No voy a votar que no porque no quiero la independencia.
No voy a votar que no porque no creo en la unidad inqubrantable de España, sino en una nación de naciones, donde la diversidad real esté reflejada en sus leyes y en sus instituciones.
Y no voy a votar que no para no darle el gustazo al mentiroso de Acebes, al impresentable (por no decir algo más gordo, que luego se me querella) de Zaplana ni al indocumentado de Rajoy.
Estos tres personajes de la derecha rancia y cavernera, junto con su jefe intelectual (al que no nombraré, a ver si nos olvidamos de él), son los autores de la mayor sarta de sandeces que se han oído en la vida pública desde aquello de "todas las lineas de investigación apuntan a ETA". El amigo Iceta ha publicado un resumen de tan sólo 40 de estos ataques a la convivencia y a la concordia; os recomiendo su lectura.
Por eso, yo también quiero que me demanden. Hago público mi convencimiento de que EL PP UTILIZARÁ EL NO CONTRA CATALUNYA.
Y lo hago desde la tranquilidad de que no lo harán. Y no lo harán por dos razones: la primera porque soy insignificante y su único objectivo es hacer un ruido que no conseguirían si el demandado fuera un servidor (que también sabe hacer ruido y presentar querellas). La segunda, porque deberían saber que cualquier tribunal que aplique el derecho con rigor archivaría la demanda.
Me dan pena. Es de primero de Derecho: el derecho al honor protegido por la Constitución y por el Código Penal no es de aplicación a las personas jurídicas (además de otras consideraciones jurisprudenciales). Y lo saben, pero les da igual. Su misión es hacer ruido (y si fuera de sables, encantados estarían).
Si los independentistas dicen no y los unionistas decimonónicos también, sólo hay que aplicar el sentido común del Ingenioso Hidalgo: ladran, luego caminamos.