03 diciembre 2008

Cuando todo tiene un nombre y no me valen los eufemismos

Dicen que los malos periodistas utilizan los adjetivos para poner énfasis a las noticias que dan.
Pedro Piqueras es un buen ejemplo de esa escuela (lo de buen o mal periodista lo dejo para otro momento, pero trabajando en la cadena que trabaja...); hace pocas semanas le contaron los adjetivos que utilizaba en sus crónicas y sumanban más que las preposiciones.

Y la verdad es que no hace falta adjetivar tanto, cuando todo se puede sustantivar. Todo tiene un nombre, hasta lo que todavía no existe.

A veces nos enfrascamos en largas definiciones de una situación, una emoción o una opinión, cuando todo se puede resumir en una o en unas pocas palabras.

Yo oí de un señor que "tenía la costumbre de no cumplir con sus deudas". Yo a eso le llamo MOROSO.
El "poco dado a esforzarse por encontrar trabajo" se llama GANDUL.
El mentiroso es mentiroso sea cual sea la razón por la que miente. Y no se es mucho o poco mentiroso, sólo se puede ser mentiroso por tiempo indefinido o con contrato temporal.
La ZORRA es zorra, sin más definición.
Los celos son celos, y no "obsesión por la posesión".
Una relación es una relación. No existen relaciones abiertas o cerradas. Si no es cerrada no es relación, así que no caben calificativos.
Amar es amar, se ame como se ame.

Así que, con el moroso a los juzgados.
Con el gandul, al hoyo.
Con el mentiroso..., bueno, allá cada cual. Se puede tolerar, olvidar y hasta perdonar.
Con la zorra ni agua.
Con los celos, paciencia y sinceridad.
Con las relaciones, cuidadín.
Con el amor... si lo supiera no lo diría, que acabaría con la poesía y los poetas.

Y con lo demás, menos eufemismos, menos liantismo y más emoción.

12 octubre 2008

Jacques Brel

La canción es preciosa, pero no hay que perderse los caretos de los amigos del fondo!!!!


09 octubre 2008

30 septiembre 2008

I'll be watching you


Every breath you take
Every move you make
Every bond you break
Every step you take
I'll be watching you

Every single day
Every word you say
Every game you play
Every night you stay
I'll be watching you

Oh can't you see
You belong to me
How my poor heart aches with every step you take
Every move you make
Every vow you break
Every smile you fake
Every claim you stake
I'll be watching you

Since you've gone
I've been lost without a trace
I dream at night
I can only see your face
I look around but it's you
I can't replace
I feel so cold and I long for your embrace
I keep crying baby, baby please

Every move you make
Every vow you break
Every smile you fake
Every claim you stake
I'll be watching you

Eclipse



Era un día de sol espléndido.

Aunque nunca tuvo buen oído, aquellos días era capaz de percibir el rumor del agua y el rítmico cantar de los pájaros.

El sol, del que tanto huyó durante años le bañaba el rostro cada día y le hacía sentir bien, le rejuvenecía la piel y le llenaba de energía para acometer todos sus proyectos y enfrentarse a sus infinitos e interminables problemas.

Aquellas semanas había dejado de leer la prensa y de ver las noticias, y se había concentrado en disfrutar de esos pequeños placeres que la vida le había traído. Se conformaba con oir, tocar, ver...

Y reir. Reía mucho.


Por eso, por no prestar atencon a las noticias, no supo que aquella tarde habría un eclipse de sol.

Ra se fue escondiendo poco a poco, hasta dejar la ciudad a oscuras. Los pájaros parecían haber dejado de cantar. Quizás pensaban que era de noche.

Agudizó el oído, y entendió que los pájaros seguían cantando, pero que ya no le cantaban a sus oídos. Entendió que las canciones eran las mismas, pero el público era otro. Porque en algún lugar el sol seguía estando ahí.


Se sentó a esperar que volviera a salir el sol, pero las tinieblas se hacían eternas.

Se acurrucó para soñar, pero el miedo a la oscuridad podía más, y seguía oyendo el cantar de los pájaros, a lo lejos.

Decidió levantarse y salir a buscar el sol. Preguntó aquí y allá y todo el mundo le daba la misma respuesta: "siempre sale el sol".


Pasaron muchos días y el sol no le iluminaba el despertar.

Supo entonces que nunca lo encontraría mientras buscara el mismo sol que tenía.

Ese se había escondido.

Supo que no volvería a oir los pájaros mientras quisiera oir el mismo canto. Aquel canto tenía otro público.

Pero cuando al girar una esquina veía un rayo de luz y corria a abrazarlo, la noche le envolvía de nuevo. El sol se escondía.


Tenía que aprender a olvidar el sol que le enrojecía por la mañana, a olvidar el canto que le tranquilizaba por la noche. Tenia que aprender a reconfortarse con los rayos de luz de le acariciaban algunos atardeceres y buscar en el corazón de los pájaros lo que le querían decir.


La última vez que le vi estaba volviendo a recobrar el color moreno en su piel, pero las señales de la noche seguían en su rostro. Aún iba al parque a escuchar a los pájaros, y volvía llorando sabiendo a quien cantaban.


Pero volviendo a salir a abrazar a sus rayos de luz.

Como niños

No hay nada como tomarse unas cervezas, unos chupitos y un par de cubatas un lunes por la noche para acabar así:



Bendita Wii.


Vaig a dormir, que demà tindré resaca.

28 septiembre 2008

El Rey

Estoy escuchando Maná (pincha para escuchar):

Yo sé bien que estoy afuera
Pero el día en que yo me muera
Sé que tendrás que llorar.Llorar y llorar.
Dirás que no me quisiste
Pero vas a estar muy triste
Y así te vas a quedar.
Con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero,
Y mi palabra es la ley,
no tengo trono ni reina
Ni nadie quien me comprenda...
Pero sigo siendo El Rey.
Y yo sigo siendo El Rey, El Rey sigo siendo yo..
Una piedra en el camino
Me enseñó que mi destino
Era rodar y rodarRodar y rodar
Después me dijo un arriero
Que no hay que llegar primero
Sino hay que saber llegar.
Con dinero y sin dinero
hago siempre lo que quiero,
Y mi palabra es la ley
no tengo trono ni reina
ni nadie quien me comprenda
pero sigo siendo El Rey.Y yo sigo siendo El Rey,
El Rey sigo siendo yo...

Luxúria i respecte



Estic llegint un article sobre Paul Newman. Tota una llàstima. A mi, que els americans no em van, ni tan sols els que no són republicans, em fa pena. Serà la solidaritat entre els guapos, que fa això, jejeje.

M'ha fet gràcia la resposta que va donar quan li van preguntar quin era el secret per a tenir un matrimoni tan durador amb la seva dóna (50 anys!!): "dosis correctes de luxúria i respecte".

Genial!! És la resposta correcta. És la manera correcta.
Hi pensaré.

PD: Veient la foto desmenteixo les informacions de que som germans!!

26 septiembre 2008

L'observatori



Avui, conduïnt per l'autopista, reflexionava sobre la capacitat d'observació dels humans.

Deia que la capacitat d'observació està desenvolupada en molta gent, però que en canvi no tothom és capaç de processar tota la informació que li arriba per desenvolupar els seus projectes vitals.

Coincidia amb la meva parella de reflexió, en que la manca d'observació fa que algunes persones caminin per un vida monótona, sense incentius.

Però també és cert que, a voltes, la manca d'informació impedeix la infelicitat. Sobre tot en els moments difícils.


És cert que estar atents als detalls, als comentaris, als tons, als moviments, a les mirades, als somriures, als silencis, als gestos involuntaris, a la respiració del dormit o la velocitat dels vehicles produeix una tensió que només si l'estat emocional és positiu pot aportar dosis de felicitat.


En canvi, en els moments de tristor o de conflicte, l'observació aporta una sèrie de dades que si no es processen en els seus justs termes esdevé en una mena de malaltia mental, ni que sigui transitòria.


La gelosia es basa en això, en la percepció de detalls que en altres situacions o passen desapercebuts o es posen al seu lloc del procés mental. Però com que l'estat del gelós no és de centralitat emocional, aquestes dades són mal introduïdes al sistema i el resultat és -no sempre- erroni.

No era de gelos del que volia parlar, però l'exemple m'ha servit (amb el permís dels professionals de la psicologia que pensaran que ni tinc ni punyetera idea del que dic -cert- ni tinc jo el cap massa clar -també cert-).


Avui, envoltat de més de 30 persones, he observat. I l'observació m'ha servit per modular els meus tons i adaptar-los a la situació. Per rebaixar tons vehements, per animar els desanimats, per animar els indecisos i per evitar alguna tensió.


No sé si ho he fet bé, però m'he adonat de que els discursos fora de to, les discussions estèrils, les paraules grandiloqüents i les arrogàncies només eren fruit de la manca d'observació. De no veure què i qui hi havia al voltant.


I el més divertit, amb diferència, és observar l'observador, sabent que t'està observant i que sap que l'estàs observant. Llavors no cal ni paraula. Els somriures ho diuen tot.

El sentit de la responsabilitat

M'ho va ensenyar el meu pare. Ell no ho sap, perquè no ho va fer amb paraules ni discursos grandiloqüents. Ho va fer amb les seves actuacions, la seva forma de veure la vida.

Ho va fer durant la transició, quan jo era petit i em deia que anava a prendre mides a un senyor per fer-li un vestit (el meu pare era sastre) i jo em mosquejava perquè cada dia a la mateixa hora i mig en secret anar a prendre mides... Ara ja sé que anava a reunions subversives de l'UGT i del Partit.

Ho va fer quan el Cesc Baltasar no se'n sortia amb la Generalitat per aconseguir dotacions per a les escoles de Sant Feliu i va posar en peu de guerra les AMPAS de Sant Feliu, malgrat les seves diferències amb el Cesc. Deia que la seva obligació no era fer fora el Cesc, per molt que volgués, sinó que el meu germà i jo tinguéssim una pista de futbol on jugar a l'hora de l'esbarjo.

Ho va fer quan va assumir responsabilitats al PSC. Eren moments difícils, de convulsió interna, baralles, expulsions, denúncies... Però el seu sentit de la responsabilitat el va fer posar-se al front d'un grup de gent amb voluntat de treballar. I no va parar fins que va veure un alcalde socialista a la seva ciutat.

Ho va fer essent regidor. Quasi sense estudis, amb una formació treta de la vida quotidiana, de l'observació, de les lectures històriques i de la seva sempre senzilla però acurada anàlisi del seu voltant, es va presentar (de número 2!!). I les coses van començar a anar d'una manera diferent.

Ho va fer retirant-se a temps. Que vinguin altres. Però sobre tot el seu sentit de la responsabilitat es va palesar quan va seguir currant com a militant de base, amb poques forces però amb coratge i ganes. Com en temps de la transició.

Avui reflexiono sobre això perquè toca. Perquè per fer gran una empresa, una família, un país o simplement una relació cal sentit de la responsabilitat.

Només així podrem ser grans. Només així podrem ser més grans.

Avui toca sentit de la responsabilitat.

Kindred

Os transcribo un comentario a un post de hace un par de años:
"Hace falta algo más que un doble para mantener viva la magia de un grupo tan potente como Queen: Un Kindred Spirit. Alguien capaz de hacerte sentir (no solamente recordar) que el show continuará y que es imposible olvidar el encanto de una voz de la cual más de uno nos hemos llegado a enamorar".
Hoy he encontrado una canción titulada Kindred (pincha sobre el título para escucharla) y he recordado el comentario.
Efectivamente un Kindred Spirit es una alma gemela, en su sentido más amplio.
Es aquella persona que te cubre con su amistad, con su presencia y a pesar de su ausencia.
Es alguien que siempre está ahí, aunque no esté aquí.
Que te lee el pensamiento.
Que sabe lo que eres, cómo eres y te ayuda a ser quien eres.
Alguien que te quiere más de lo que eres capaz de saber, y que sólo desea saber que le quieres.
Que te ayuda. Que te pide ayuda.
En definitiva, es esa persona a quien siempre necesitarás en tu vida, y en tu muerte.
Y que también te necesita, y es capaz de decirlo.
Busca tu Kindred Spirit. En el encontrarás el espejo en el que reflejarte, pero un espejo sincero, como el de la madrastra de Blancanieves. No te defraudará. Quizás te haga llorar, pero no te fallará.
Busca, compara... y no lo devolverás.
PD: por cierto, tengo dos entradas para ir a ver Queen.

25 septiembre 2008

El casarse pronto y mal

(...) ¡Oh, si hubiera quedado aquí el mal! Pero un resto de honor mal entendido que bulle en el pecho de mi sobrino, y que le impide prestarse para sustentar a su familia a ocupaciones groseras, no le impide precipitarse en el juego, y en todos los vicios y bajezas, en todos los peligros que son su consecuencia. Corramos de nuevo, corramos un velo sobre el cuadro a que dio la locura la primera pincelada, y apresurémonos a dar nosotros la última.
En este miserable estado pasan tres años, y ya tres hijos más rollizos que sus padres alborotan la casa con sus juegos infantiles. Ya el himeneo y las privaciones han roto la venda que ofuscaba la vista de los infelices: aquella amabilidad de Elena es coquetería a los ojos de su esposo; su noble orgullo, insufrible altanería; su garrulidad divertida y graciosa, locuacidad insolente y cáustica; sus ojos brillantes se han marchitado, sus encantos están ajados, su talle perdió sus esbeltas formas, y ahora conoce que sus pies son grandes y sus manos feas; ninguna amabilidad, pues, para ella, ninguna consideración. Augusto no es a los ojos de su esposa aquel hombre amable y seductor, flexible y condescendiente; es un holgazán, un hombre sin ninguna habilidad, sin talento alguno, celoso y soberbio, déspota y no marido... en fin, ¡cuánto más vale el amigo generoso de su esposo, que les presta dinero y les promete aun protección! ¡Qué movimiento en él! ¡Qué actividad! ¡Qué heroísmo! ¡Qué amabilidad! ¡Qué adivinar los pensamientos y prevenir los deseos! ¡Qué no permitir que ella trabaje en labores groseras! ¡Qué asiduidad y qué delicadeza en acompañarla los días enteros que Augusto la deja sola! ¡Qué interés, en fin, el que se toma cuando le descubre, por su bien, que su marido se distrae con otra...!
¡Oh poder de la calumnia y de la miseria! Aquella mujer que, si hubiera escogido un compañero que la hubiera podido sostener, hubiera sido acaso una Lucrecia, sucumbe por fin a la seducción y a la falaz esperanza de mejor suerte.
Una noche vuelve mi sobrino a su casa; sus hijos están solos.

-¿Y mi mujer? ¿Y sus ropas?

Corre a casa de su amigo. ¿No está en Madrid? ¡Cielos! ¡Qué rayo de luz! ¿Será posible? Vuela a la policía, se informa. Una joven de tales y tales señas con un supuesto hermano han salido en la diligencia para Cádiz. Reúne mi sobrino sus pocos muebles, los vende, toma un asiento en el primer carruaje y hétele persiguiendo a los fugitivos. Pero le llevan mucha ventaja y no es posible alcanzarlos hasta el mismo Cádiz. Llega: son las diez de la noche, corre a la fonda que le indican, pregunta, sube precipitadamente la escalera, le señalan un cuarto cerrado por dentro; llama; la voz que le responde le es harto conocida y resuena en su corazón; redobla los golpes; una persona desnuda levanta el pestillo. Augusto ya no es un hombre, es un rayo que cae en la habitación; un chillido agudo le convence de que le han conocido; asesta una pistola, de dos que trae, al seno de su amigo, y el seductor cae revolcándose en su sangre; persigue a su miserable esposa, pero una ventana inmediata se abre y la adúltera, poseída del terror y de la culpa, se arroja, sin reflexionar, de una altura de más de sesenta varas. El grito de la agonía le anuncia su última desgracia y la venganza más completa; sale precipitado del teatro del crimen, y encerrándose, antes de que le sorprendan, en su habitación, coge aceleradamente la pluma y apenas tiene tiempo para dictar a su madre la carta siguiente:
Madre mía: Dentro de media hora no existiré; cuidad de mis hijos, y si queréis hacerlos verdaderamente despreocupados, empezad por instruirlos... Que aprendan en el ejemplo de su padre a respetar lo que es peligroso despreciar sin tener antes más sabiduría. Si no les podéis dar otra cosa mejor, no les quitéis una religión consoladora. Que aprendan a domar sus pasiones y a respetar a aquellos a quienes lo deben todo. Perdonadme mis faltas: harto castigado estoy con mi deshonra y mi crimen; harto cara pago mi falsa preocupación. Perdonadme las lágrimas que os hago derramar. Adiós para siempre.

Acabada esta carta, se oyó otra detonación que resonó en toda la fonda, y la catástrofe que le sucedió me privó para siempre de un sobrino, que, con el más bello corazón, se ha hecho desgraciado a sí y a cuantos le rodean.
No hace dos horas que mi desgraciada hermana, después de haber leído aquella carta, y llamándome para mostrármela, postrada en su lecho, y entregada al más funesto delirio, ha sido desahuciada por los médicos.

«Hijo... despreocupación... boda... religión... infeliz...», son las palabras que vagan errantes sobre sus labios moribundos. Y esta funesta impresión, que domina en mis sentidos tristemente, me ha impedido dar hoy a mis lectores otros artículos más joviales que para mejor ocasión les tengo reservados.

El Pobrecito Hablador, n.º 7, 30 de noviembre de 1832

24 septiembre 2008

Las Palabras

(...) En conclusión, los animales, como no tienen el uso de la razón ni de la palabra, no necesitan que les diga un orador cómo han de ser felices; no pueden engañar ni ser engañados; no creen ni son creídos.
El hombre, por el contrario, el hombre habla y escucha, el hombre cree, y no así como quiera, sino que cree todo. ¡Qué índole! El hombre cree en la mujer, cree en la opinión, cree en la felicidad... ¡Qué sé yo lo que cree el hombre! Hasta en la verdad cree. Dígale usted que tiene talento. «¡Cierto!», exclama en su interior. Dígale usted que es el primer ser del universo. «Seguro», contesta. Dígale usted que le quiere. «Gracias», responde de buena fe. ¿Quiere usted llevarle a la muerte? Trueque usted la palabra y dígale: «Te llevo a la gloria»; irá. ¿Quiere usted mandarle? Dígale usted sencillamente: «Yo debo mandarte». «Es indudable», contestará.
He aquí todo el arte de manejar a los hombres. ¿Y es malo el hombre? ¿Qué manada de lobos se contenta con un manifiesto? Carne pedirán, y no palabras. «El hambre, oh lobos –decidles–, se ha acabado: ahogado el monstruo para siempre...» «¡Mentira –gritarán los lobos–: ¡al redil, al redil!, el hambre se quita con cordero...» «La hidra de la discordia, oh ciudadanos –dice por el contrario un periódico a los hombres–, yace derribada con mano fuerte: el orden, de hoy más, será la base del edificio social; ya asoma la aurora de justicia por qué sé yo qué horizonte; el iris de paz (que no significa paz) luce después de la tormenta (que no se ha acabado); de hoy más la legalidad (que es la cuadratura del círculo) será el fundamento del procomún...», etc., etc. ¿Ha dicho usted «hidra de la discordia», «justicia», «procomún», «horizonte», «iris» y «legalidad»? Ved enseguida a los pueblos palmotear, hacer versos, levantar arcos, poner inscripciones. ¡Maravilloso don de la palabra! ¡Fácil felicidad! Después de un breve diccionario de palabras de época, tómese usted el tiempo que quiera: con sólo decir «mañana» de cuando en cuando y echarles palabras todos los días, como echaba Eneas la torta al Cancerbero, duerma usted tranquilo sobre sus laureles.
Tal es la historia de todos los pueblos, tal la historia del hombre... Palabras todo, ruido, confusión: positivo, nada. ¡Bienaventurados los que no hablan, porque ellos se entienden!

Revista Española, n.º 209, 8 de mayo de 1834. Firmado: Fígaro. (M.J. Larra)

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Cuando Dios hizo al hombre... dónde coño puso el botón de reset?

22 septiembre 2008

Ulls


He decidit decorar casa meva amb fotografies d'ulls. No sé del tot bé com ho faré ni com les distribuiré, però intentaré fer una combinació de diferents mirades.
Ja n'he fet una petita recopilació de fotografies de gent amb diferents mirades: intel·ligents, boniques, penetrants, d'infant...
De la mateixa manera que, com escrivia l'altre dia, les veus em produeixen sensacions, m'ericen els pèls o em traslladen a un moment o lloc estimat, les mirades m'impressionen.
Però segurament la mirada que no penjaré serà la que més m'estimo. La mirada dolça i tranquil·la d'un moment dolç. La mirada somrient de qui se sent cuidat. La mirada brillant.

Es lo que tiene

Acabo de recibir un mensaje.
Esta mañana me crucé con un amigo con cara de dormido y le envié un sms en el que se lo decía. Su respuesta -el mensaje que acabo de recibir- es concisa: "la cara es de lunes y de se han acabado las vacaciones".
Le entiendo. Con el fin de las vacaciones llega el fin de la disponibilidad del tiempo, de estar con quien te apetece estar, de pensar en uno mismo... A menudo, con el fin de las vacaciones llega el final de algo especial, y eso suele ser duro. A veces llega con el inicio de las vacaciones y entonces es especialmente duro.
El secreto está en saber cambiar de chip. En saber cambiar de quehaceres, de ritmo, de compañías...
Yo, por primera vez en unos cuantos años, también he tenido una reentreé durilla. Durante las vacaciones el ánimo no ha estado especialmente alto, el ritmo y el sueño era variable, y la mente tenía demasiado tiempo para pensar.
Con la vuelta a la actividad han coincidido nuevas experiencias, la recuperación de sensaciones, el relax tras un día de trabajo... Y eso aporta vitalidad, ánimo y muchas ganas de disfrutar de lo que la vida te va trayendo cada día.
Porque, como decía el poeta (?), lo mejor está por venir. O quizás debería decir que lo mejor ya está viniendo.
PD: acabo de quedar con mi amigo para hacer unas cervezas. ¿Ves? Hoy puede ser un gran día(Serrat dixit).

20 septiembre 2008

Dolents

Ahir van venir els dolents.
Volien fer-me pupa, però no hi era. Només hi ha hagut danys materials.
Si ho haguéssin aconseguit segurament no podria escriure ara mateix aquest post. I estaria encara plorant de la ràbia.
He hagut de dormir fora de casa, perquè els dolents no m'han deixat entrar aquesta nit.

El millor de tot és que he comprovat, un cop més, que tinc gent que m'estima.
Tinc qui m'ha escoltat i m'ha tranquil·litzat, des de la distància i la proximitat. La seva veu serena, la seva capacitat per a pensar em van ajudar en els primers moments de nervis. Sé que si hagués pogut hagués vingut de seguida per abraçar-me.
Tinc qui va posar el seu sofà a la meva disposició per a dormir, si calia.
Tinc qui ha deixat la feina per venir a reparar els danys i donar-me consells pràctics.
Tinc qui m'ha fet el dinar, m'ha vetllat la migdiada i m'ha cuidat la casa mentre jo no hi era. Gràcies, mami.

I tinc qui em va fer passar una nit encantadora, fent-me oblidar que els dolents havien vingut.

Ara tinc son, tinc nervis i estic cansat. I estic emprenyat perquè encara haig de donar gràcies a que els dolents van fer-me poc mal. Els dolents són dolents.

Però sobre tot tinc la gent que m'estima i que a la crida de socors es pregunten si estaré bé.

Us estimo.

16 septiembre 2008

La voz

Hace unos días conseguí recuperar unos vídeos de mi padre.
Lloré por dentro (me quedan pocas lágrimas) al oir su voz. Es voz pausada, tranquilizadora y llena de emoción en los momentos o lugares que le impresionaban.
Es curioso como en el siglo de la imagen, la televisión y la videoconferencia, la voz se convierte en algo capaz de provocar profundas sensaciones.
La voz de Constantino Romero ("señores deportistas, bajen del escenario") nos lleva a Barcelona '92.
La voz de pito de Franco reproduce recuerdos en blanco y negro.
Y la voz de Ana Belén me instala en la dulzura del amor.
Timbre, volumen, tono... Una voz nos puede enamorar.
Las voces enamoran. A veces más que otra cosa.

28 agosto 2008

COMO UN SUSURRO


Como un susurro que recorre la ciudad.
Así me llega el recuerdo de ti.

Una luz que se quiebra en la oscuridad,
un gemido que rompe el silencio.

Como el aire te quiero para respirar
sin tus ojos mi vida no brilla.

Un deseo se apaga buscándote amor,
como una piedra me dejas sin vida.

No puedo dejar de querer,
no quiero cambiarte por nada.
Gritare hasta que salga el sol,
moriré si no estas a mi lado.

Quiero ver lo que tu ves,
y tocar lo que tu tocas,
acariciar toda tu piel
y tenerte en mi boca.

Como la sangre
que no tiene por donde pasar...
así se queda mi vida sin ti.

Una luz que se quiebra en la oscuridad,
una lagrima triste no llega a caer.

A mi lado te siento siempre,
por mi espalda te noto llegar...

27 agosto 2008

Dedicado



Este post es lo que es.

Algo que debí escribir y nunca hice, porque pensaba que no debía y resulta que sí quería.

Algo que no hace falta que escriba porque ya se sabe lo que voy a decir.
Palabras que no hace falta leer porque ya se han oído.
Palabras que no se necesita escuchar para saber que significan.
Palabras que no hace falta tocar porque ya se sabe que tacto tienen.
Palabras que no es necesario oler, porque su perfume es eterno.
Palabras que ya me comí, y cuyo amargor aún perdura.

Palabras que suenan mejor en Serrat, pero que suenan como suenan, huelen como huelen y saben como saben.



Post data...



16 agosto 2008

A Egipto!!


El 29 de agosto me piro a Egipto.
Hacía tiempo que deseaba hacer ese viaje y, mira por donde, en pocos días me veo allí.

No quiero llenar este bloc con todas las aventuras, así que os remito al bloc que hemos creado para la ocasión. No sé si podremos actualizarlo cada día (dependerá de las posibilidades de conexión), pero al menos al regreso habrá algo colgado.

Os espero en Liantes en Egipto (pincha para enlazar).

21 julio 2008

PDL


Buenaaaasss. ¡Buf, cuanto tiempo sin escribir! La verdad es que tanto ajetreo vital me ha dado para escribir mucho, pero entre las emociones y el trabajo mental de asumirlas me han hecho dejarme llevar por la pereza.

Tenía pensando escribir sobre mis 40 años (¡joder! ya los cumplí), sobre mis andanzas con “El clan de los mentirosos”, sobre mis vacaciones o sobre el concierto de Police (vaya bodrio, madre mía). Pero al encender el ordenador siempre encontraba alguna otra cosa que hacer más perentoria o menos cansada.

Hoy no es que sea ningún día especial, pero ha llegado a mis manos un relato, del que me ha gustado en especial un trozo. No es nada extraordinario, pero mira... Así que he pensado que una buena de retomar el blog de manera poco cansada podría ser transcribiendo lo que otro ha escrito.

Prometo intentar no perder el ritmo y volver a plasmar aquí mis pensamientos, conjeturas y paridas vitales.

Hala, me voy a ver CSI.

Aquella mañana se levantó cansado. No había dormido bien y el crujir de sus huesos le recordó que el tiempo pasaba sin perdón. Había pasado mucho tiempo desde que vivía, sólo, en aquella casa de cristal.
Se miró en el espejo, sucio, y vio un rostro triste, con el pelo largo y despeinado. Se apoyó sobre el mármol, también sucio, como estaba el resto de la casa desde aquel día en que la alegría había huido de su existencia. Sopló y decidió lavarse la cara. Al menos que los insectos que ya le hacían compañía no abandonaran sus plácidas guaridas y se le engancharan en los restos de las lágrimas derramadas.

Hizo, como cada mañana desde hacía tiempo, dos tazas de café. Se tomó una y dejó enfriar la otra. Había cogido la costumbre de combinar un café caliente con otro frío.
Se vistió con lo primero que encontró y rebuscó entre los cajones de la mesa un trozo de papel y un lápiz.

Ella le había enseñado a leer y a escribir. Sonrió al pensar que no sólo le había iniciado en el placer de la lectura y en la grafía, sino también a leer en los ojos de las personas, en sus gestos y en sus silencios. Por eso supo que los silencios que le llegaron desde que ella se fue tenían un significado que sólo él sabía comprender.

Empezó a escribir, como tantas otras veces, una carta de amor. Otra carta que sabía nunca llegaría a destino.
Le repitió cuánto la echaba de menos, le pedía perdón sin saber bien porqué, le rogaba que le pidiera que le abrazara, que pusiera sus manos sobre sus senos, que le dijera que le quería.
Le contaba lo que había soñado, siempre con ella en el centro de su delirio onírico, preguntándole si ella también soñaba con él.

Como siempre que escribía, el lápiz se le escapó de entre los dedos y una lágrima diluyó el carboncillo del trazo grueso marcado sobre el papel.
Y como siempre que escribía, rompió en mil pedazos la carta y suspiró renegando de su mala suerte.

Cogió una botella de Johny Fish de las decenas que apilaba junto a la basura desde que la desesperación le llevó a ahogar sus penas en alcohol. Puso en ella otro trozo de papel escrito y abrió el ventanal.
Las primeras olas del día rompían contra las rocas, a poco de la casa. Se zambulló en las aguas frías y nadó. Cuando ya apenas divisaba la silueta de lo que quiso que fuese su nido de amor eterno abrió la mano y dejó que la botella se alejara siguiendo el curso de la corriente del mar.
Otra botella más. Otro mensaje más. Un papel sencillo, como él, con sólo dos palabras escritas: “TE QUIERO”.

02 marzo 2008

Mi niña

Yo tengo una hija que ha nacido en esta tierra, en mi tierra, en su tierra.
Una niña que crece feliz porque sus papás tienen trabajo, una vivienda digna y ella una educación también digna.
Una niña que puede ir al médico gratis, igual que su amiga que vive en un pequeño pueblo del occidente español. También es feliz, a pesar de que sus padres decidieron que fuera a una escuela pública, donde el dinero no hace diferentes a los niños, y donde todos tienen las mismas oportunidades, con independencia del color de la VISA de su padre, del color de su piel o de la fe que profesan.

Yo quiero que mi hija crezca en un país en el que no se siembre la discordia y en el que la lengua que hablas no te haga parecer raro.
Yo quiero que mi hija vaya a la Universidad y que tenga acceso a una beca. Quiero que si puede, pueda.
Quiero que si trabaja de funcionaria no le congelen el sueldo y que si gana mucho dinero, pague muchos impuestos. Y que si gana poco, tenga derecho a una vivienda digna.
Quiero que viva en un país donde ser mujer no sea un impedimento para crecer, un país donde se luche por romper las barreras de la discriminación y la violencia. Donde ser mujer no sea un peligro para su integridad.
Quiero que si se enamora de una camarera nacida en otra parte del mundo, con otro color de piel y con otro acento, no sienta vergüenza porque unos politicastros de mierda piensan que su amada no sabe hacer bien el café.
Y quiero que si se quiere casar, pueda. Y si no se quiere casar, también pueda.
Quiero que si su tiene o adopta un hijo con alguna malformación, la ciencia estudie como sanarle, sin que la hipócrita moral de los obispos se lo impida. Y que si quiere abortar, lo haga.
Pero quiero que viva tranquila porque si a su padre le hace falta ayuda cuando sea mayor, la tendrá, y no dependerá exclusivamente de ella. Que cuando se jubile o se quede viuda, tenga una pensión más que digna.

Yo no quiero que a mi hija le enseñen la palabra de Dios en la escuela, porque esa palabra la tiene que sentir dentro de ella. No quiero que viva en un lugar donde los curas mandan en el Gobierno.
Yo no quiero que mi hija viva en un país que fomente la guerra y no busque la paz.
Yo no quiero que mi hija viva en el país de las mentiras.

Mi hija todavía no puede decidir el destino colectivo de su país. Pero yo si puedo.
Y yo puedo evitar que vuelvan los tiempos de la guerra, de la mentira institucional, del enfrentamiento, del odio, de la discriminación, de la xenofobia política, de la brecha social, de la universidad de élite, de la sumisión al poder americano.
Yo puedo hacer que sigamos avanzando.

Por eso yo, el día 9 iré. No quiero que ellos vuelvan.