11 marzo 2006

Esto no chuta


La noticia primero me provocó náuseas, después se acumuló la indignación y por último la sensación de vivir en la Edad de Piedra.

Veamos los hechos, según las noticias de prensa: una niña de 5 años, es maltratada desde hace al menos 4 meses. La visitan dos hospitales, conocen del tema dos juzgados, dos cuerpos de policía y dos servicios sociales municipales.
Resultado: se teme por la vida de la niña tras la última paliza.

No cabe duda de que el Estado de Derecho ha funcionado y funcionará. Ante la denuncia, el juzgado se pone en marcha, la policía actúa, etc. Y los culpables tendrán un juicio con todas las garantías y ajustado a la Ley. Pero el Estado Social, el que nos debe hacer iguales en la diferencia, el que debe protegernos de las injusticias del Derecho Positivo puro y duro, el que debe tener el respeto por los Derechos Humanos como pilar sobre el que sustentarse, no ha funcionado.

Por partes.
¿Qué hacen los educadores de la niña ante las evidencias de maltrato? O no enterarse o mirar a otro lado. Mal, muy mal.
¿Y los servicios sociales? Mirar las musarañas (una de las asistentas sociales que vio a la niña ha declarado que, como era nueva, no supo qué hacer). Con independencia de la posible responsabilidad civil de la asistenta social y la patrimonial de la Administración –de la que pienso discutir un poco con el Dr. Seuba cuando tengamos un rato y un par de patxaranes– existe una responsabilidad moral y política que debería hacer pensar a alguien en dimitir.
La Justicia. Por lenta, injusta. ¿A Su Señoría no se le ocurre método más rápido de pedir la intervención policial que enviar una carta por correo ordinario en mitad de las fiestas navideñas? Tardó 18 días en llegar, en los que quizás la niña siguió sufriendo maltrato físico ¿No tienen teléfono, ni fax, ni correo electrónico ni, si me apuran, tam-tam? Además, se equivocan de cuerpo policial (bastante liado está el tema como para que además los jueces no sepan quién es quién). Por cierto, si un abogado se equivoca de juzgado al presentar una demanda puede llegar a sufrir las burlas de sus colegas y ser denunciado por su cliente por incompetente (más tema para el amigo Seuba). ¿Pasará lo mismo con S.S.?
Y lo de la Policía… también sin nombre. Reciben la orden por correo, y por correo contestan que ellos no tienen competencia (sale y sale el dualismo competencia / incompetencia). Tampoco tienen fax, teléfono o tam-tam.

¡QUE ALGUIEN LES EXPLIQUE QUE LOS MALTRATOS EN EL ÁMBITO FAMILIAR NO SON CUENTOS CHINOS!

Ya habrá quien diga que la culpa es del Estatut y de la falta de coordinación entre policías, y tal y tal. Quizás. También hay quien se frote las manos para pedir un Estatut mejor, para que tengamos justicia catalana, policía catalana y servicios sociales catalanes. También quizás. Pero, a estas alturas de la película, y con una niña, que podría ser mi hija, que tiene la edad de David y su inocencia y su mirada de ángel y sus preguntas inocentes e inteligentes y sus abrazos de amor sincero, me da igual si la cagamos a la catalana o al pil-pil.